La importancia de entregar buen feedback creativo.

Todo el día estamos constantemente entregando feedback, desde que partimos la mañana cuando alguien nos saluda y respondemos con el robotizado “Bien ¿y tú?”, pasando por ese momento en el almuerzo cuando te preguntan cómo está tu plato y tú muy comunicativo, te remites a un “está rico”. Claro que hay veces que estamos obligados a extendernos un poco más, como cuando escuchas el temido ¿Esto me queda bien? que hace que empiecen a correr a toda velocidad los engranajes de tu cabeza en pos de dar la respuesta justa para no tener que dormir en el sillón o echar a perder una amistad, solo porque a tu amigo le gusta vestirse con sacos de harina.

También hay otros momentos en que es más fácil entregar un feedback. Piensa en lo agradable que es abrir Twitter y decir algo ingenioso para enfrascarse en una discusión sobre la chambonada del político de turno, el villano de la serie o el plato de comida que estamos viendo en televisión -Que por supuesto, a nosotros nos quedaría mejor, aunque veamos el programa comiendo fideos con vienesa-.

¿Qué pasa en el ámbito laboral?

La verdad, es que en el trabajo nos cuesta un mundo calibrar nuestro feedback. Ya sea por no herir susceptibilidades, por no quedar como el negativo del equipo o porque sabes el esfuerzo que hay detrás del desarrollo de una idea y no quieres “tirarla para abajo”. Cuántas veces pasa que terminas una presentación y miras a tu audiencia que asiente con la cabeza en completo silencio, hasta que algún valiente se atreve a partir, casi siempre con bastante cuidado “a mí me gustó la idea...aunque quizás hmm, no sé, yo le cambiaría un poquito el…” Esa ambigüedad muchas veces responde a una falta de estructura.

Sí, cuesta entregar y recibir feedback. Es un proceso complejo del cual todos hemos estado de ambos lados de la moneda. Fácilmente podríamos filmar en Orrego luco seis temporadas y una película de “Lo que calla el publicista” con todas las veces que despotricamos porque al final de una licitación nos dijeron que el target era otro, porque el feedback de un área llegó tarde y no está alineado con la idea o presupuestos que no alcanzan porque Juanito Pérez no entendió el objetivo y hay que rehacer todo.

Considerando la problemática mencionada anteriormente, los estrategas Julian Cole y Karen Faith crearon un modelo que ayuda a planners, ejecutivos de cuenta, redactores, directores de arte, clientes y todos los involucrados en un proceso de trabajo, a entregar feedback creativo y asertivo, en el momento preciso.

El modelo

Está compuesto por tres etapas, estas son la CABEZA, el CORAZÓN y el CUERPO de una idea. Puedes verlo aquí en más detalle

La CABEZA hace referencia a todo lo que tiene que quedar oleado y sacramentado en el brief. El problema o desafío a trabajar en la campaña tiene que estar muy claro, la audiencia detallada, el insight debiese generar disparadores y la estrategia debe marcar un plan de acción.

El CORAZÓN se hace cargo del feedback que tenemos que entregar cuando vemos ideas por primera vez. Todo lo que nos hace sentir una idea, saber encaminarla y rescatar los elementos que la potencien aún más. Acá se revisa el concepto, que esté en línea con lo propuesto en la estrategia y el adn de la marca, que el medio a utilizar sea el más pertinente para sacarle el mayor provecho posible y que el mensaje esté representando claramente lo que queremos decir

Por último, el CUERPO de una idea se centra en que el ecosistema de la campaña sea coherente en todos sus puntos, revisar detalles para que no existan errores tipográficos, hacer el Q&A de una campaña, verificar que los link y los pasos de una mecánica funcionen bien, para que la idea se presente afinada en cada punto.

Lo importante de todo esto, es saber identificar en qué etapa del feedback nos encontramos, para ser precisos en nuestros comentarios, Al final del documento hay una hoja de ayuda bastante simple que podemos mantener a la vista para lograr esto, ser más empáticos con el trabajo que está realizando el compañero, valorar su tiempo y saber comunicar de buena manera las cosas que nos parecen que lograrían un mejor resultado.

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Acerca de Stefano Benvenutto.

Stefano Benvenutto es un Planificador estratégico que se ha desempeñado tanto en agencias como freelance, para el mercado público y privado, trabajando en la construcción, conceptualización y desarrollo de marcas. Con fuerte foco en la creatividad, cree firmemente en la importancia de tratar con respeto a la audiencia, entendiendo lo que pasa en sus cabezas, para poder desafiarlos y despertar sus emociones con nuestros mensajes. En constante búsqueda de experimentar, probar y aprender de todas las fuentes posibles, para llevar a cabo un mejor proceso estratégico.